La niña bonita del cobre sanjuanino, El Pachón, con 5 décadas de promesas en sus espaldas, volvió al radar de uno de los grupos chilenos mas fuertes.
Por Elizabeth Pérez
El gigante minero Luksic, dueño entre otras empresas de Antofagasta Minerals; ha vuelto a mostrar interés en el proyecto sanjuanino El Pachón, una de las reservas de cobre más grandes del mundo. Esta es la segunda vez que la empresa chilena explora la posibilidad de participar en el yacimiento que actualmente está en manos de la suiza Glencore.
Según publicó el diario chileno Reporte Minero, la expansión de Antofagasta Minerals en América se enmarca en su estrategia de crecimiento, que busca diversificar su producción y aumentar su presencia en mercados clave como Ecuador y Argentina. La empresa ya opera en Chile, Perú y Estados Unidos.
El proyecto El Pachón se encuentra en Calingasta, a escasos kilómetros del límite con Chile y es considerado un proyecto de alto potencial. Está ubicado justo enfrente del proyecto de cobre Pelambres, que justamente es propiedad de Antofagasta, el brazo minero del grupo Luksic.
Justamente por esta cercanía, fuentes del sector indican que el interés de Antofagasta apunta a lograr sinergias geográficas y logísticas que podrían favorecer una futura alianza entre ambas compañías.
Con una inversión proyectada cercana a los US$ 6.000 millones, este yacimiento busca desarrollar una mina a rajo abierto con procesamiento por flotación.
El Pachón, la gran promesa sanjuanina
Actualmente, Glencore ejecuta perforaciones exploratorias y estudios de factibilidad para definir el potencial del yacimiento El Pachón, que comparte altura y geología con Los Pelambres, activo operado por Antofagasta Minerals en el lado chileno de la cordillera.
No obstante, el conglomerado nacional analiza con cautela el escenario político y económico argentino bajo la administración de Javier Milei, considerando la naturaleza de largo plazo de las inversiones mineras, explicó el medio chileno en su publicación.
Problema de límites y escombrera
Ambas compañías mineras- Glencore y Antofagasta- tuvieron una historia de litigios. Entre 2007 y 2012 la minera Pelambres, propiedad del grupo chileno; arrojó millones de neumáticos, residuos y rocas sin valor comercial en el cerro Amarillo, justo en donde está el proyecto Pachón, en la frontera entre Argentina y Chile, del lado de la provincia de San Juan. El basural se construyó en las nacientes del Río San Juan, con el peligro potencial que eso significó. La excusa fue que hubo una confusión con los límites.
Cuando la colosal escombrera de más de 40 millones de residuos fue detectada, en 2014; la empresa Pachón SA, propiedad de Glencore, demandó a Pelambres. El gobierno provincial intervino en el asunto y en el 2017 una resolución de la Justicia Federal autorizó la remoción de los deshechos que culminó seis años después, justamente en abril del 2023
Con información de Tiempo de San Juan