Paul Graves, CEO de Rio Tinto sostuvo que es “extremadamente optimista con Argentina”
El litio volvió a ser protagonista en el 61° Coloquio de IDEA, donde el británico Paul Graves, jefe Ejecutivo de Rio Tinto Lithium global, brindó un mensaje enfocado en el desarrollo minero sostenible y la necesidad de marcos políticos estables para consolidar inversiones a largo plazo en la Argentina.
“El negocio del litio en Argentina no solo aporta recursos, sino que también construye comunidades más fuertes y economías resilientes”, afirmó el ejecutivo durante su exposición en Mar del Plata, en la que resaltó el rol del país dentro de la transición energética global.
Graves mencionó el trabajo que se realiza en Catamarca y subrayó que la compañía mantiene su apuesta por el Proyecto Rincón, en la provincia de Salta, lo que definió como una de las mayores oportunidades de crecimiento de la minera anglo-australiana en América Latina. “En un mundo de recursos, la estabilidad política marca la diferencia. Nosotros invertimos en países predecibles y entendemos los desafíos de operar en entornos inestables. La paciencia y la estrategia son nuestras mejores aliadas”, añadió.
En ese marco, Graves trazó un mensaje de confianza hacia la Argentina, donde reafirmó el compromiso de la compañía con el desarrollo del litio en el país. “Argentina es bendecida por tener algunos de los mejores recursos de litio del mundo”, destacó el ejecutivo, y sostuvo que la demanda global del mineral “crece alrededor del 30% anual desde hace 15 años y probablemente siga así por otros 15 más”. Según Graves, el país tiene “una oportunidad significativa de crecimiento sostenido a largo plazo” si logra consolidar un entorno político y económico más predecible.
Graves recordó que Rio Tinto lleva más de dos décadas en Argentina, desde sus primeras operaciones en Catamarca, y subrayó la importancia de la previsibilidad como condición clave para atraer más inversiones. “Lo que realmente acelera la inversión es la estabilidad —ya sea económica, fiscal o ambiental—. Si esto es previsible y estable, podemos traer más dólares más rápidamente al país”, remarcó.
En ese sentido, señaló que el grupo “está acostumbrado a operar en contextos inestables, desde África hasta Sudamérica”, pero que a la hora de decidir dónde asignar capital, “los países predecibles siempre tienen prioridad”.
Paul Graves asumió la conducción global de Rio Tinto Group en 2023, después de una trayectoria de más de dos décadas en la industria minera y energética, incluyendo cargos ejecutivos en Livent-Arcadium, Charles River Laboratories, FMC y Goldman Sachs. Su perfil combina una mirada financiera pragmática con un fuerte enfoque en sostenibilidad y gobernanza.
Bajo su gestión, Rio Tinto intensificó su estrategia de transición energética, destinando inversiones clave a litio, cobre y tierras raras, con un objetivo declarado: duplicar la producción de minerales críticos antes de 2035.
Consultado sobre la coyuntura política local, Graves evitó pronunciarse sobre los candidatos, pero dejó claro que “cualquier cosa que traiga más previsibilidad y estabilidad, la apoyamos”. Aunque reconoció que la incertidumbre electoral genera cautela entre los inversores, se mostró optimista sobre la evolución del país.
“He estado viniendo a la Argentina durante 15 años y creo que hoy es un lugar fundamentalmente más positivo. Todavía hay riesgos, pero soy extremadamente optimista sobre el futuro”, aseguró.
El ejecutivo también explicó en detalle el proceso productivo del litio y su rol estratégico en la electrificación global. “El 85% del litio que producimos hoy se envía a Asia -principalmente a China, Corea del Sur y Japón- para la fabricación de baterías de vehículos eléctricos”, indicó.
Según el CEO, “cada tonelada que sale de nuestras operaciones en Catamarca y próximamente en Salta, contribuye directamente a la descarbonización del transporte”.
Graves destacó además que más del 70% del gasto operativo y del empleo de Rio Tinto en el país es local, y sostuvo que el impacto del litio “no solo aporta recursos, sino que deja comunidades más fuertes y economías más resilientes”.
El optimismo del sector convive con la volatilidad del mercado global del litio. Tal como había señalado Ignacio Costa, CEO de Rio Tinto Lithium Argentina, en diálogo con Energy Report, “el litio es la próxima Vaca Muerta, pero tenemos que saber esperar”. La compañía sostiene que su estrategia es de largo plazo y que la rentabilidad de los proyectos depende tanto del precio internacional como de la competitividad local.
Graves coincidió con esa visión al remarcar que la previsibilidad institucional y la seguridad jurídica son determinantes para que la
Argentina pueda aprovechar el auge de los minerales críticos. “La transición energética no se construye con promesas, sino con confianza y cooperación entre gobiernos, comunidades y empresas”, afirmó el CEO, en una de las frases más destacadas del Coloquio.
Pero además, dejó una definición que resume el espíritu de la compañía: “La minería responsable no se mide solo por cuánto se extrae, sino por cuánto se deja: infraestructura, conocimiento, empleo y confianza”.
RIGI y la visión de Rio Tinto en la región
Rio Tinto opera en más de 35 países y, en América Latina, concentra su presencia en Chile, Brasil y Argentina, con foco en proyectos de cobre y litio. El Grupo considera que América del Sur puede convertirse en un eje clave para el suministro de minerales críticos que demanda la transición hacia la energía limpia.
Además del RIGI aprobado para Rincón en Salta, Rio Tinto Lithium solicitó la incorporación al Régimen una fase de expansión de su proyecto de litio Fénix en Catamarca. Esta fase (conocida como 1B) requiere una inversión de u$s251 millones, con la que se busca aumentar la producción en aproximadamente 9.500 toneladas anuales de carbonato de litio, a través del diseño y construcción de nuevas instalaciones. Pero Rio Tinto también busca la tercera adhesión al RIGI para el proyecto Sal de Vida, presentado el 11 de abril pasado por u$s818 millones.
En su mensaje final, Graves pidió sostener el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), que calificó como “un programa fantástico, pero condicionado por el tiempo”. “Es fundamental que el RIGI se convierta en una política base de inversión para el país”, afirmó.
El CEO aseguró que “hay mucho capital listo para ingresar a la Argentina si se eliminan las barreras a la inversión y a la repatriación de fondos”, y concluyó con una frase que resume su visión de largo plazo: “Los desafíos que enfrenta la Argentina son solucionables. Requieren trabajo y consistencia, pero las oportunidades que ofrece este país son únicas en el mundo”