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Con vistas a venderla a uno o varios privados, el Gobierno transformará el complejo minero en Sociedad Anónima tal como hizo la semana pasada con el banco público. A través de las redes sociales, el vocero Manuel Adorni anunció este domingo la nueva medida del Presidente.
El presidente Javier Milei firmó el decreto para el complejo minero de Santa Cruz. El plan es sanearlo para privatizarlo, pero hay tensiones con la provincia. Lo anunció Manuel Adorni. “El Presidente de la Nación ha firmado el decreto que transforma la empresa Yacimiento Carbonífero de Río Turbio en una Sociedad Anónima. Nada de lo que no deba ser estatal permanecerá en manos del Estado. Que tengan todos, un gran inicio de semana. Fin”.
Después del Banco Nación, le llegó la hora a la estatal Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT) de iniciar los preparativos previos a la privatización que planea Javier Milei. Con vistas a venderla a uno o varios privados, el Gobierno transformará el complejo minero en Sociedad Anónima tal como hizo la semana pasada con el banco público.
YCRT es una de las nueve entidades del Estado que el oficialismo logró, a duras penas, incluir en la ley Bases como organizaciones públicas sujetas a privatización o concesión.
La decisión se concretará esta semana, probablemente este lunes, con la publicación en el Boletín Oficial del decreto que firmó hoy el Presidente. Fue pergeñada por Diego Chaher, el encargado de acondicionar las compañías del Estado para su posterior venta, titular de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas.
Antes, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se encargó de que estuviera al tanto de la decisión Claudio Vidal, el gobernador de Santa Cruz, la provincia donde está emplazado el yacimiento que genera, explota, transporta y comercializa carbón desde mediados del siglo pasado, pero trabaja a medias y de manera intermitente desde hace años.
El Gobierno no quería sumar un motivo de discordia con el siempre esquivo mandatario de la región Sur, con quien la relación varía según el momento y el tema, y de quien el oficialismo depende para aprobar sus iniciativas en el Congreso.
No está decidido cuándo avanzarán con la venta -hay tres grupos que se postulan para quedársela-, pero por ahora se dispondrán a empezar a sanearla: presentar los balances contables de la entidad a la Inspección de Justicia, aggiornar los reglamentos internos, etc. Será un camino largo, proyectan en la Nación.
YCRT enfrenta una crisis que combina problemas estructurales, económicos y políticos. La empresa, que condujo Aníbal Fernández durante la gestión de Alberto Fernández, incluye una mina de carbón y dos centrales de generación de energía. Está desde hace varias administraciones en una situación crítica por la alta superpoblación de trabajadores, la falta de inversión, los problemas administrativos y los manejos irregulares.
Hace dos meses, la jefatura de Gabinete despidió por sospechas de corrupción a Thierry Decoud, que había llegado de la mano de Mauricio Macri. Fue después de que dos allegados suyos quedaran investigados por haber solicitado un retorno en su nombre para concretar una operación con una empresa israelí.
En su lugar, en vez de poner otro hombre del ex presidente, quedó Pablo Sebastián Gordillo Arraigada, que responde al gobernador Vidal. La decisión del mandatario de hacerse cargo políticamente, dicen en su entorno, fue para tener injerencia en el proceso de transformación de la entidad.
En el Gobierno aún no dan detalles sobre el plan que llevarán a cabo, pero en la Provincia sospechan que buscará que Santa Cruz asuma la responsabilidad de la mina y de los trabajadores, mientras que la central, que representa la principal fuente de ingresos potenciales, pasaría a manos privadas. Esta situación generó tensiones políticas, especialmente después de la designación de Gordillo.
Uno de los principales problemas que enfrenta YCRT es su abultada plantilla de trabajadores, una carga laboral desproporcionada para una operación que no está funcionando a plena capacidad. Este problema se remonta a la gestión de Daniel Peralta, que había firmado una serie de acuerdos con los gremios para evitar conflictos laborales, y resultó en una acumulación de personal que se convirtió en un obstáculo financiero. Con todo, la mina sigue siendo una fuente de sustento para dos comunidades cercanas que dependen directamente de su actividad.
A pesar de las dificultades, el carbón extraído de YCRT tiene una demanda importante en el mercado internacional, particularmente en países como China, que requieren grandes volúmenes para sus operaciones industriales. Sin embargo, la producción actual de la mina no alcanza los niveles necesarios para satisfacer estos requerimientos. China, calculan en la provincia, exige una producción mínima de 30.000 toneladas, mientras que YCRT, en su mejor escenario, apenas podría alcanzar las 20.000 toneladas.
Emilio Martinez: “Acá hay un pueblo que no se rinde”
El concejal de Río Turbio se refirió a la decisión del gobierno nacional como “un ataque directo a nuestros pueblos, a nuestras familias y a nuestra historia”. Lamentó la postura del gobierno provincial, y remarcó que “los pueblos que tienen memoria no se entregan”.
Este domingo se conoció que el presidente Javier Milei firmó el decreto que transforma la empresa Yacimiento Carbonífero de Río Turbio en una Sociedad Anónima, lo que ha generado amplias repercusiones en todos los extractos políticos de la provincia, entre los que están a favor y los que están en contra. Todos en busca de culpables.
Por estas horas, quien se ha pronunciado es el concejal de la localidad de Río Turbio Emilio Martinez, quien lamentó la decisión del Gobierno nacional al exponer que “decían que venían a traer libertad, pero lo único que están haciendo es condenarnos a la miseria”.
En este sentido manifestó que “el gobierno nacional avanza con la privatización de YCRT que es un ataque directo a nuestros pueblos, a nuestras familias y a nuestra historia. No es una decisión económica, es política. Nos quieren débiles, nos quieren sumisos, nos quieren sin trabajo y sin futuro”.
Justamente en este punto expresó su preocupación respecto a lo que podría ser el futuro más próximo, bajo la nueva figura jurídica. “Cuando privatizan, sabemos lo que pasa: despidos, precarización, abandono”, y continuó: “Eso no nos lo tiene que contar nadie, ya lo vivimos. Nos costó años levantar nuestra YCRT, reconstruir lo que otros destruyeron en nombre del mercado, y hoy vienen con la misma receta, con el mismo verso y con la misma entrega”.
“A todos los que ayer defendían este modelo y hoy miran para otro lado, a los que repiten como loros que el Estado es el problema mientras nos dejan sin trabajo, a los que se burlaban de la militancia y ahora se esconden, les decimos que acá hay un pueblo que no se rinde”, sentenció para remarcar: “YCRT no es solo una empresa, es nuestra identidad, es la base de nuestra economía, es el motor que sostiene a Río Turbio y 28 de Noviembre. Si la tocan, nos tocan a todos. Qué triste es ver “trabajadores” aplaudiendo esta decisión”.
Por último advirtió: “Que lo sepan bien, si avanzan con la privatización, si empiezan los despidos, si quieren condenarnos otra vez al olvido, nos van a encontrar en la calle, en la lucha y en la resistencia. Porque los pueblos que tienen memoria no se entregan”.
Con información de Infobae y Tiempo Sur