Si finalmente se construye el proyecto salteño Taca Taca, Salta cambiará su perfil económico.
Argentina se perfila para ser un actor crucial en el mercado global del cobre, con proyecciones de alcanzar exportaciones de hasta US$11.742 millones anuales hacia 2033. En este ambicioso horizonte, el proyecto Taca Taca, emplazado en Salta, emerge como uno de los pilares fundamentales.
Identificado entre los cinco proyectos avanzados que catalizarán la minería de cobre en el país, Taca Taca representa una inversión monumental de más de US$3.500 millones y se encuentra actualmente en etapa de factibilidad o viabilidad. Los otros proyectos cupríferos más relevantes son los sanjuaninos Josemaría, Filo del Sol y El Pachón; y el proyecto catamarqueño Mara.
Detalles
Ubicado frente al Salar de Arizaro, el proyecto Taca Taca, a cargo de la minera canadiense First Quantum, prevé una producción anual significativa de 250.000 toneladas de cobre fino, además de oro y molibdeno. Su desarrollo no solo potenciará la producción nacional, sino que se considera esencial para impulsar la economía provincial.
El alcance de Taca Taca va más allá de la extracción. El proyecto contempla inversiones cruciales en infraestructura regional, incluyendo la restauración del tren minero en Salta. Esto implica la rehabilitación de vías férreas, rutas, conexión eléctrica y otros desarrollos logísticos.
Además de su impacto productivo y logístico, Taca Taca se proyecta como un motor generador de empleo, estimando hasta 4.000 puestos directos durante la construcción y cerca de 2.800 en la fase operativa. El Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) es señalado como un motor clave para facilitar la inversión y el desarrollo de la infraestructura necesaria para el proyecto, ayudando a garantizar su financiamiento
Con información de El Tribuno